Metodología de entrenamiento en las escuelas de fútbol (Capítulo 1): urge la vuelta del fútbol de calle
Desde hace tiempo, ya no se juega al fútbol en la calle y esto provoca cambios en las características del tipo de futbolista que está emergiendo en estas nuevas décadas. ¿Por qué ya no se juega en la calle? Pues entre varios motivos, se encuentra el de esa necesidad exacerbada de los organismos públicos a regularlo todo, a desarrollar leyes para que no se pueda jugar en la plaza etc.. Esto va acompañado del gran desarrollo social alcanzado y por supuesto, el gran aumento del número de coches, así como el incremento de horas escolares. En estos días, hay que añadir otro, la covid-19, que llevará aún más a refugiarse en los hogares con la distracción de videoconsolas y al miedo de los padres a dejar salir a sus hijos a jugar con otros niños desconocidos.
Por todas estas circunstancias, insto a las academias de fútbol a aplicar la metodología del futbol de calle.
Ahora bien, ¿Qué tipo de futbolista estamos creando en la actualidad? Pues en mi humilde opinión creo que el futbolista de ahora es el de control y pase. Hay una obsesión desde edades tempranas en crear equipos con un estilo asociativo y poniendo un énfasis exagerado en la técnica descontextualizada. Los entrenadores suelen premiar a los jugadores obedientes que no pierden balones y con buena técnica, en frente de jugadores "agitadores de partidos" que se juegan muchos regates y, por lo tanto, también pierden muchos. Tampoco nos podemos olvidar de los padres, que sin saberlo están haciendo mucho daño al tipo de enseñanza del fútbol. Los padres quieren ver como el equipo de su hijo juega como los de primera división que se emiten por televisión, con un alto ritmo de velocidad de circulación y un juego de posesión, donde el jugador que pierde el balón por intentar ser individualista es criticado por otros padres o despreciado. Y si algún equipo empieza a romper está norma, entonces empiezan a surgir comentarios entre los padres de: ¡es que no se la pasan!, ¡no tocan! etc... Con esto, no quiero dar a entender que cada jugador haga lo que quiera y no la tenga que pasar y jugarse el regate en cada acción, pero si dar libertad en las tareas de entrenamiento para que los jugadores experimenten y aprendan jugando.
En el paradigma tradicional de la enseñanza del fútbol, se ha orientado a la mecanización de la técnica descontextualizada. ¿Por qué en edades tempranas nos centramos en la técnica sin oposición, si son en estas edades donde son "esponjas" y tienen la mente más abierta para aprender cosas? Después llegan a infantiles y los entrenadores detectan que tienen una correcta calidad individual, pero no entienden el juego, no saben en que momento aplicar esta técnica mecanizada que han aprendido desde pequeños. Según Ramos (2003 cit. por Fonseca, H, en 2006) "la gran mayoría de los jugadores de élite llegan a los respectivos clubes para integrar los escalones de infantiles, cadetes y juveniles. Esto, realza la importancia de los periodos antecedentes". ¿Qué conclusiones podemos sacar de estas palabras? Pues que generalmente, los jugadores que marcan las diferencias no se forman en los clubes, sino que han sido formados en las calles o en clubes de menor reputación.
De este modo, lo principal que tenemos que tener en cuenta para planificar las tareas y devolver a las escuelas ese fútbol de calle, es respetar la lógica interna del juego. Para ello, citamos los principios tácticos de actuación de los juegos/deportes de invasión (Bayer, 1992):
Al final, ¿Qué es lo que hacíamos cuando jugábamos en la calle? Partidos de 5x5 en campo reducido, sin normas cerradas, sin un entrenador que nos dijera constantemente que hacer, se utilizaba la pared del edificio como recurso para pasar o regatear etc... En definitiva, se creaba un contexto donde se tomaban decisiones constantemente.
Por todas estas circunstancias, insto a las academias de fútbol a aplicar la metodología del futbol de calle.
Ahora bien, ¿Qué tipo de futbolista estamos creando en la actualidad? Pues en mi humilde opinión creo que el futbolista de ahora es el de control y pase. Hay una obsesión desde edades tempranas en crear equipos con un estilo asociativo y poniendo un énfasis exagerado en la técnica descontextualizada. Los entrenadores suelen premiar a los jugadores obedientes que no pierden balones y con buena técnica, en frente de jugadores "agitadores de partidos" que se juegan muchos regates y, por lo tanto, también pierden muchos. Tampoco nos podemos olvidar de los padres, que sin saberlo están haciendo mucho daño al tipo de enseñanza del fútbol. Los padres quieren ver como el equipo de su hijo juega como los de primera división que se emiten por televisión, con un alto ritmo de velocidad de circulación y un juego de posesión, donde el jugador que pierde el balón por intentar ser individualista es criticado por otros padres o despreciado. Y si algún equipo empieza a romper está norma, entonces empiezan a surgir comentarios entre los padres de: ¡es que no se la pasan!, ¡no tocan! etc... Con esto, no quiero dar a entender que cada jugador haga lo que quiera y no la tenga que pasar y jugarse el regate en cada acción, pero si dar libertad en las tareas de entrenamiento para que los jugadores experimenten y aprendan jugando.
En el paradigma tradicional de la enseñanza del fútbol, se ha orientado a la mecanización de la técnica descontextualizada. ¿Por qué en edades tempranas nos centramos en la técnica sin oposición, si son en estas edades donde son "esponjas" y tienen la mente más abierta para aprender cosas? Después llegan a infantiles y los entrenadores detectan que tienen una correcta calidad individual, pero no entienden el juego, no saben en que momento aplicar esta técnica mecanizada que han aprendido desde pequeños. Según Ramos (2003 cit. por Fonseca, H, en 2006) "la gran mayoría de los jugadores de élite llegan a los respectivos clubes para integrar los escalones de infantiles, cadetes y juveniles. Esto, realza la importancia de los periodos antecedentes". ¿Qué conclusiones podemos sacar de estas palabras? Pues que generalmente, los jugadores que marcan las diferencias no se forman en los clubes, sino que han sido formados en las calles o en clubes de menor reputación.
De este modo, lo principal que tenemos que tener en cuenta para planificar las tareas y devolver a las escuelas ese fútbol de calle, es respetar la lógica interna del juego. Para ello, citamos los principios tácticos de actuación de los juegos/deportes de invasión (Bayer, 1992):
Impedir la progresión de los jugadores y del balón hacia mi portería
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Al final, ¿Qué es lo que hacíamos cuando jugábamos en la calle? Partidos de 5x5 en campo reducido, sin normas cerradas, sin un entrenador que nos dijera constantemente que hacer, se utilizaba la pared del edificio como recurso para pasar o regatear etc... En definitiva, se creaba un contexto donde se tomaban decisiones constantemente.
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