Vivimos en la sociedad de la prisa, en todos los ámbitos: laboral, social, educación etc... Nos hemos acostumbrado a todo lo instantáneo. Cuando somos pequeños, nuestras madres ya van comprando ropa de un par de tallas más, para que no se nos quede pequeña en los próximos años; y los críos van por ahí con ropa que les queda ancha. ¿Por qué digo esto? Porque en fútbol base pasa igual, tenemos mucha prisa en que los niños jueguen cuanto antes a fútbol 11. ¿Qué prisa hay en crear una liga de transición a fútbol 11, cuando aún están en etapa alevín? El primer gran crimen, es anticipar antes de hora la llegada al fútbol 11 y el segundo, es que desde los 6 años juegan lo mismo hasta los 11 años, es decir, fútbol 7 o fútbol 8, dependiendo de la federación. ¿A caso, es igual un niño de 6 años a uno de 11? ¿Entonces, por qué juegan en las mismas dimensiones y frente al mismo número de jugadores? De nuevo, le estamos comprando ropa al niño que no le corresponde con su talla y por lo tanto, le queda grande.
Respecto al primer crimen, ¿Qué provoca anticipar antes de hora la llegada al fútbol 11? Generalmente, cuando se produce el cambio a fútbol 11, se produce en la etapa infantil (aunque en otros países se produce antes), en esta etapa hay un cambio hormonal, es decir, el cuerpo del niño ya sufre un estrés interno en su cuerpo de por sí. A este estrés de su propio cuerpo, por estar en un estado de crecimiento, hay que añadirle otro estrés, el de las dimensiones del campo de fútbol 11. En estas dimensiones el jugador se estresa y se aburre, casi no disfruta del balón, en 90 minutos nadie toca el balón más de 90 segundos. Muchos no aguantan está presión y acaban abandonando la práctica de este deporte y quien lo aguanta suele recordar esa temporada como la peor de su vida. ¿Cuántos talentos nos habremos perdido y nos perderemos por querer jugar al juego de los adultos antes de hora? En el campo grande, los jugadores son condenados a la pasividad, a intervenir en muy pocas ocasiones y no da lugar a plasmar su creatividad. ¿Qué podemos hacer para cambiar está dinámica? Hay que ir a dos aspectos fundamentales para producir un cambio: los entrenamientos y la competición.
ENTRENAMIENTOS
En los entrenamientos debemos aprovechar el tiempo, evitar hacer filas y realizar ejercicios jugados a través de juegos reducidos, siempre adecuados a la edad de los jugadores y a su calidad. Estás situaciones reducidas respetan a lo que se van a enfrentar en competición, es decir, juego real donde hay incertidumbre y se requiere que se perciba, analice y se tomen decisiones. Sin embargo, se debe tener en cuenta que tipo de juegos reducidos se implementan según la categoría, ya que, en las etapas de iniciación se suele producir lo que Bayer definió como efecto "racimo o paquete", donde todos los jugadores se aglutinan alrededor del balón y solo quieren avanzar con él, hacia la portería. Así pues, no sería conveniente empezar con tareas en igualdad numérica, más bien, habría que utilizar tareas que exageren cualquier principio táctico, aumentado el espacio y reduciendo el número de participantes. Se podría empezar con juegos de 1x1 con dos apoyos por fuera, de ahí al 2x1,3x2 etc... Después, según en que pretendamos poner el foco en la tarea, deberemos puntuar ese principio con una mayor puntuación en frente a otros principios que se puedan dar, es decir, que si yo pretendo que los jugadores, antes de poder chutar a portería realicen "x" pases, no prohibir que si hacen menos pases no puedan finalizar a portería, estaríamos creando vicios que no se tienen que dar en los partidos (por ejemplo, si la defensa bascula mal y tengo una situación favorable para chutar ¿Por qué no puede chutar y tener que dar un pase atrás o horizontal?). Por consiguiente, puntuaría con 2 puntos si logran dar "x" pases y con 1 punto, si marcan y hacen menos de "x" pases. Así, respetaría lo que ellos son y no coarto su creatividad. Aunque personalmente, el tipo de tareas donde hay que llegar a un mínimo de pases no me acaban de gustar, creo que hay otro tipo de tareas donde podemos inducir al mismo objetivo con otro tipo de constreñimientos, por ejemplo:
COMPETICIÓN
Horst Wein era partidario de una progresión lógica de las competiciones formativas en el fútbol base. Su propuesta es la siguiente:
Así pues, conseguiríamos que no se pasaran jugando la misma modalidad más de 2 años, adecuando el campo a las necesidades del jugador y ofreciéndole nuevos estímulos en cada cambio a una nueva modalidad de competición.
"Crear un equilibrio entre las exigencias que pide la competición y las capacidades que tiene el niño en una determinada etapa de su evolución, es la primera clave para alcanzar el éxito a largo plazo. Hace falta adaptar el juego al niño y no obligar al joven futbolista a adaptarse al juego de los adultos" (Horst Wein).
Respecto al primer crimen, ¿Qué provoca anticipar antes de hora la llegada al fútbol 11? Generalmente, cuando se produce el cambio a fútbol 11, se produce en la etapa infantil (aunque en otros países se produce antes), en esta etapa hay un cambio hormonal, es decir, el cuerpo del niño ya sufre un estrés interno en su cuerpo de por sí. A este estrés de su propio cuerpo, por estar en un estado de crecimiento, hay que añadirle otro estrés, el de las dimensiones del campo de fútbol 11. En estas dimensiones el jugador se estresa y se aburre, casi no disfruta del balón, en 90 minutos nadie toca el balón más de 90 segundos. Muchos no aguantan está presión y acaban abandonando la práctica de este deporte y quien lo aguanta suele recordar esa temporada como la peor de su vida. ¿Cuántos talentos nos habremos perdido y nos perderemos por querer jugar al juego de los adultos antes de hora? En el campo grande, los jugadores son condenados a la pasividad, a intervenir en muy pocas ocasiones y no da lugar a plasmar su creatividad. ¿Qué podemos hacer para cambiar está dinámica? Hay que ir a dos aspectos fundamentales para producir un cambio: los entrenamientos y la competición.
ENTRENAMIENTOS
En los entrenamientos debemos aprovechar el tiempo, evitar hacer filas y realizar ejercicios jugados a través de juegos reducidos, siempre adecuados a la edad de los jugadores y a su calidad. Estás situaciones reducidas respetan a lo que se van a enfrentar en competición, es decir, juego real donde hay incertidumbre y se requiere que se perciba, analice y se tomen decisiones. Sin embargo, se debe tener en cuenta que tipo de juegos reducidos se implementan según la categoría, ya que, en las etapas de iniciación se suele producir lo que Bayer definió como efecto "racimo o paquete", donde todos los jugadores se aglutinan alrededor del balón y solo quieren avanzar con él, hacia la portería. Así pues, no sería conveniente empezar con tareas en igualdad numérica, más bien, habría que utilizar tareas que exageren cualquier principio táctico, aumentado el espacio y reduciendo el número de participantes. Se podría empezar con juegos de 1x1 con dos apoyos por fuera, de ahí al 2x1,3x2 etc... Después, según en que pretendamos poner el foco en la tarea, deberemos puntuar ese principio con una mayor puntuación en frente a otros principios que se puedan dar, es decir, que si yo pretendo que los jugadores, antes de poder chutar a portería realicen "x" pases, no prohibir que si hacen menos pases no puedan finalizar a portería, estaríamos creando vicios que no se tienen que dar en los partidos (por ejemplo, si la defensa bascula mal y tengo una situación favorable para chutar ¿Por qué no puede chutar y tener que dar un pase atrás o horizontal?). Por consiguiente, puntuaría con 2 puntos si logran dar "x" pases y con 1 punto, si marcan y hacen menos de "x" pases. Así, respetaría lo que ellos son y no coarto su creatividad. Aunque personalmente, el tipo de tareas donde hay que llegar a un mínimo de pases no me acaban de gustar, creo que hay otro tipo de tareas donde podemos inducir al mismo objetivo con otro tipo de constreñimientos, por ejemplo:
COMPETICIÓN
Horst Wein era partidario de una progresión lógica de las competiciones formativas en el fútbol base. Su propuesta es la siguiente:
Así pues, conseguiríamos que no se pasaran jugando la misma modalidad más de 2 años, adecuando el campo a las necesidades del jugador y ofreciéndole nuevos estímulos en cada cambio a una nueva modalidad de competición.
"Crear un equilibrio entre las exigencias que pide la competición y las capacidades que tiene el niño en una determinada etapa de su evolución, es la primera clave para alcanzar el éxito a largo plazo. Hace falta adaptar el juego al niño y no obligar al joven futbolista a adaptarse al juego de los adultos" (Horst Wein).
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